Yacía en el una gran alevosía,
era un delincuente emocional.
Remitirse a los hechos es
banalizar el talento de su ingenio.
Su mente es un laberinto
tratando de evitar lo desconocido
ampliando el horizonte,
negando sus amores..
Querido amigo,
¿para que
ser tan sufrido? ...
Si pretender no pretendiera
se ahorraría lo sufrido.