domingo, 6 de febrero de 2022

TRASCENDERNOS

Ya no sé...
¿Hasta dónde?
La pena cubrió  con su peso la acción,
quedé  paralizada.
Sentí su rechazo
como un aliento frío
que me dejó inmóvil..
Ahora parece que
solo quede abandonarse al hastío.
Si pudiera rajarme
hasta llegar al epicentro de mi alma,
darle lumbre,
y mostrarle su duelo.
Si pudiera hacer simple
lo profundo...
Si la empatia fuera compañera
y no el sable de la indiferencia...