Mis manos quedaron sedientas de ti,
sin saber quien,
sedientas de una piel imperfecta
y un alma sincera.
Desbloqueas mi dopamina
como la melodía
de una hipnótica guitarra...
Me embriagas..
Ven,
mirame con tus manos
y recorre mi cuerpo,
sin saber quien
en mi eres eterno.
Ven,
abrazame por dentro
que yo ya no te temo.
Soy un incendio.