Si querer entenderme contigo es pecado,
y está condenado,
entonces que me lleven presa,
porque soy culpable.
Culpable por querer
llegar a lo más profundo de ti,
a lo desconocido,
y admito
que si no me das acceso,
no tengo problema,
te olvido...
Si me detestan
por ser un delito
desear tu alma sincera,
entonces,
que me detengan,
porque soy completamente culpable.
Y aquí,en el infinito,
van y vienen Pepitos y Fulanitos,
sin querer ellos detenerse,
en contemplar mi alma desnuda.